2017 ya está de pleno sobre nosotros y como cada comienzo de un nuevo ciclo, esta es la oportunidad para que tu marca tenga éxito como marca de alimentación y mejore el rendimiento respecto a años anteriores. En este sentido, es fundamental para lograr estos objetivos tener en cuenta las directrices de la industria de la alimentación y en gran medida las preferencias del público, así como tener en cuenta las claves para innovar en alimentación. Y esto nos lleva a la pregunta: ¿qué se cuece en el mundo de la alimentación en un mundo cada vez más globalizado y en constante cambio? Podemos decir que las tendencias gastronómicas para el 2017 son algo más que predicciones, son ya una realidad reflejada en las redes sociales y en el consumo. Desde Gastromedia nos hemos lanzado a la caza de las tendencias imprescindibles para marcas de alimentación en el 2017.
1. Tradición y confianza
Los consumidores buscan las ventajas de la modernidad, junto con recetas, sabores y formatos tradicionales. De hecho, la situación socio-política actual de muchos países les lleva a ir en busca de seguridad y eso se manifiesta también en su elección de productos alimenticios. Prefieren que sean reconocibles frente a aquellos más rompedores. Ligado a lo anterior, lo artesanal irrumpe con fuerza y se convierte en sinónimo de calidad. Hay una busqueda de lo regional y lo local, de los productos de mercado y de temporada, porque “son buenos para mi y para el planeta”. Pero no se trata de volver al pasado, pues la necesidad de innovación está siempre muy presente. Los sabores de confianza son una oportunidad para que los fabricantes se recreen en el pasado como una fuente segura de inspiración. Esto dará lugar a la liberación de productos híbridos, a medio camino entre la tradición reconocible y lo más novedoso.
2. El poder de lo verde
El verde no sólo es el color elegido por Pantone para el 2017. También es la preferencia cada vez más generalizada para seguir una alimentación natural, sencilla y flexible basada principalmente en el consumo de frutas, verduras, frutos secos y semillas.
El deseo de una dieta y un estilo de vida más saludable sacará de su “ghetto” al mundo vegetariano y vegano y asegurará su expansión definitiva. Ya no se trata de una excentricidad o sofisticación, es una cuestión ligada a lo saludable. Esto dará lugar a una generación de nuevos productos con la etiqueta “vegan” y a su posicionamiento basado en el poder de las plantas y en sus beneficios.
Es hora de decir adiós al kale y dar la bienvenida a nuevos alimentos dispuestos a hacer enloquecer a todo cazador de la última tendencia gastronómica. La moringa y el jackfruit son algunos de ellos. La carne de esta fruta asiática, tiene un sabor y una textura tan particular, que hasta puede cocinarse y presentarse como sustituto de la carne. Con un sabor dulce pero con un punto ácido, algunos la describen como una explosiva combinación de la naranja y el mango; la moringa es la última tendencia de los “healthy foodie”. El polvo de sus hojas deshidratado es el nuevo superalimento que enriquece, con un buen puñado de antioxidantes y no pocas propiedades, a jugos y batidos. De este árbol oriundo de la India se consume y aprovecha absolutamente todo, no sólo sus hojas: corteza, vainas, semillas, tubérculos y flores.
3. El 2017 viene en formato de bol
Según las previsiones del grupo de consultoría culinaria de Nueva York Baum + Whiteman, la comida servida en bol será una de las tendencias del 2017, encontrando en los amantes de la cocina sana a sus más fieles seguidores. El bol o cuenco le da un toque relajado a la comida, más informal. Las redes sociales comienzan a llenarse de fotografías de Buddha Bowls, boles tan llenos de comida que tienen la apariencia de una barriga prominente como la de un buda. La premisa principal es escoger para confeccionarlos, alimentos frescos y sencillos, sin apenas elaboración; También los smoothies pasan del vaso al cuenco para servirse y consumirse como si se tratara de una sopa repleta de tropezones saludables (frutas frescas, cereales, semillas, etc.); Otra tendencia en boga ligada al bol es el poke. Una ensalada de pescado crudo servida como aperitivo o plato principal en la cocina hawaiana, tan fotogénica que ya inunda Pinterest e Instagram.
4. No a la generación de residuos. El Trashcooking
Cerca de un tercio de la producción mundial de alimentos, 1,3 millones de toneladas de alimentos, se desperdician cada año. La concienciación de este despilfarro conducirá a significativos cambios en la industria alimentaria. En 2017 las nuevas tecnologías serán una oportunidad para innovar con materiales que permitan el reciclaje de los residuos generados por los alimentos y sus embalajes. Pero también se prestará atención a las innovaciones que se empleen para garantizar la frescura y evitar que la comida acabe en la basura antes de consumirse.
Como parte de esta tendencia nace el “trashcooking”, que trata de utilizar todos los ingredientes de la cocina para reducir los residuos y preservar la salud del planeta. Dicho esto, el trashcooking es también una oportunidad para los restaurantes, ya que les permite ahorrar en materias primas y explotar otros ingredientes, como las pieles de frutas y verduras, tubérculos; los tendones y despojos de animales. Alimentos descartados hasta ahora con los que lograr suculentas creaciones. Es una iniciativa que puede ayudar a encontrar clientes curiosos y eco-sensibles.
5. La importancia de descifrar los deseos de cada generación
En la reciente Feria Gastronómica Sirha Lyonn, la empresa Loeb Innovation ha presentado un interesante estudio que revela los deseos y aspiraciones de cada generación, para entender mejor cómo responder a la mayor cantidad de clientes siendo innovador. Ya nos adelantamos en Gastromedia a esa identificación del consumidor según la edad y el estudio presentado en Lyon lo resume así:
Generación W (de 56 a 75 años): Son los Baby Boomers, muy defensores de la libertad individual, son optimistas y amantes de las comodidades. Clásicos y tradicionales en sus elecciones, no aspiran a la revolución en su plato y la salud es un argumento de peso para ellos a la hora de elegir.
Generación X (de 36 a 55 años): acostumbrados a lidiar con las dificultades económicas y políticas, aprovechan cada oferta que se les pone por delante. Cultivan una cierta independencia y buscan alimentos reconfortantes con un toque de originalidad y exotismo. Es la generación de la bistronomía y de lo gourmet. Suelen priorizar lo bio y lo que lleva la etiqueta de casero.
Generación Y (de 21 a 35 años): también conocida como los “millenials”, son los hijos de la generación del Baby Boom. Sacudidos por Internet y las redes sociales. Su naturaleza hedonista y su visión globalizada del mundo los hace inclinarse hacia productos procedentes de otros confines. Como “kidults” (niños en cuerpos de adultos), se niegan a crecer y valoran por encima de todo el sabor de los alimentos. Muy amantes de los realities televisivos de contenido gastronómico. Necesitan llegar al fondo de toda cuestión: desentrañar, descomponer para luego remezclar.
Generación Z (de 6 a 20 años): también conocida como nativos digitales, toda su vida está marcada por las nuevas tecnologías. Para ellos, las tecnologías transforman los productos en servicios y viceversa. Muy comprometidos con el medio ambiente, son anti-conformistas, curiosos y muy creativos. Amantes del concepto de lo “ultra-rápido”, del take-away, de los pedidos a través del smartphone y de la posibilidad de personalización de los platos.
6. Salud para todos
Las desigualdades no son sólo una cuestión política o filantrópica, también son una prioridad para la industria alimentaria. El problema de la obesidad o la diabetes, por ejemplo, afecta principalmente a las personas de bajos ingresos cuyo desequilibrio dietético está estrechamente relacionado con su insuficiente presupuesto para seguir una dieta saludable.
El acceso a una alimentación saludable es una preocupación real para los consumidores de menores ingresos. Tanto en Europa como en los Estados Unidos, el 42 % de los hogares con ingresos por debajo de los 23.000€ afirman tratar de comer más frutas y verduras. Algunas empresas han tomado medidas para ofrecer productos más sanos y asequibles. En el Reino Unido, la cadena de supermercados ASDA, ha lanzado la gama de frutas y verduras “Wonky” (imperfectas) a precios bajos y asequibles. Una iniciativa impulsada por el chef Jamie Olivier y su amigo de la infancia y televisivo compañero, el agricultor Jimmy Doherty. En estudios previos se demostró que el 65% de los consumidores estaban abiertos a la idea de comprar alimentos de formas extrañas; y el 75% los compraría si fueran más baratos. Wonky es una fantástica iniciativa que no sólo pone al alcance frutas y verduras a un precio reducido, también es un intento por ayudar a reducir los desperdicios de alimentos, mientras que se apoya a los agricultores para dar salida a toda su producción.
7. Mejorar el sueño
La duración y calidad del sueño es sinónimo de bienestar. Casi la mitad de la población padece de alteraciones en su sueño siendo la primera causa de ello el estrés. Un hecho que no ha escapado a las marcas que trabajan en productos que prometen mejorar la calidad de nuestro sueño y bajar los niveles de estrés. Las presiones a las que se enfrentan nuestras vidas, también han dado lugar a un aumento del deseo por la comida saludable, para paliar los efectos dañinos de ese estado de ansiedad constante.
En 2017, una nueva categoría de alimentos diseñados para su consumo “antes de la noche” serán tendencia. Esta característica podría ser debido al propio producto o a sus componentes y estarán muy conectados con las categoría de tés e infusiones libres de excitantes, y el uso del poder de las plantas e hierbas relajantes, que aporten una sensación de calma antes de la hora de acostarse.
Para finalizar, ¿qué opinión te merecen estas tendencias gastronómicas para innovar y ser una marca transgresora en el 2017? Lo cierto es que un perfil de consumidor cada vez más sofisticado y preocupado por su salud y en constante cambio y evolución, la digitalización continua de las comunicaciones y el alto grado de competencia son algunos de los desafíos a los que fabricantes y minoristas de la industria de la alimentación se enfrentan. Permanecer alerta a estos cambios y novedades marcará sin duda el impacto de tu marca en el mercado.
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