Cocina de producto. El auge de los programas y los blogs de cocina ha popularizado el uso de este concepto. Para los que somos comilones, esta expresión es una redundancia. Porque sólo un alimento con historia, sabor y alto valor nutricional convierte en una experiencia vital el acto de meterse en la cocina. Es el caso de la carne de cordero que elabora Moralejo: si comérsela es un gusto, guisarla es un placer. Y, claro, su sitio web tenía que estar a la altura.
Será que estamos en esto por pura vocación. Será que tenemos suerte con nuestros clientes. No sabemos qué será: lo cierto es que es habitual que los productos con los que trabajamos nos seduzcan. Este lo hizo doblemente: por sabor y por saber. Y es que no hay nada como un alimento que tiene una historia que contar. La de Moralejo es una tradición de más de 70 años elaborando carne de cordero y cabrito, un legado de tres generaciones de personas apasionadas por su tierra, sus campos, sus animales, y sus recetas, que acumulan la sustancia de toda una vida amando su profesión. Nuestra labor era dar su lugar a esta marca en internet. Y no se trataba sólo de diseñar un sitio web: debíamos encontrar la manera de transmitir toda su pasión, y de expresar cómo han sido capaces de colocar una tradición milenaria en las mesas más vanguardistas.
Sencillez con matices
El valor de los mejores productos reside en el equilibrio entre sencillez y complejidad. Lo que parece ser una simple pieza de carne es en realidad un delicioso bocado con personalidad propia, y con una interesante biografía. Un potente concentrado de cultura, gastronomía, ecosistema, clima, tradición… Son alimentos capaces de contar una historia que se termina de escribir en los fogones, y que se escucha con el paladar y la nariz. Nuestro objetivo era lograr que su sitio web también fuera así: aparentemente sencillo y fácil de navegar, agradable de consumir, pero muy muy trabajado en su interior. En otras palabras: la especialidad de la casa. Como una deliciosa lasaña, que en cada bocado incorpora diferentes capas: una cuidada estructura de contenidos con un mimado diseño, unos textos muy elaborados, fotografías sugerentes, contenidos suculentos.
El primer paso fue concretar un brief que recogiera los cimientos y las metas del proyecto, su estrategia. Un documento de referencia para todos los profesionales que iban a participar en él: diseñadores, maquetadores, redactores, especialistas en branded content… En este caso, además, el cliente se involucró de lleno en el proyecto, supervisando cada paso y aportando sugerencias. La coordinación fue clave: era fundamental transmitir un ambiente, una filosofía de trabajo, traducir el espíritu de la marca, toda su poética y toda su modernidad. Y para lograrlo había que mimar cada detalle. Justo como hace Moralejo con sus productos, vigilados con mimo desde el campo hasta la mesa. Hay que reconocer que pensar en la calidad del producto animaba a conseguirlo, aunque trabajar salivando tanto puede considerarse una actividad de riesgo.
Al sabroso cordero digital
Que una marca tenga raíces no impide que crezca. Al contrario. Conocer y respetar la tradición es la mejor base para atreverse a reinterpretarla, a innovar, a retar a los paladares más vanguardistas. En este sentido, las propuestas de Moralejo van más allá de recetas rompedoras, pues ofrecen ideas que se adaptan a las demandas del mercado de hoy: productos de quinta gama, cortes de carne novedosos, servicios catering de alto nivel, eventos especiales, servicios en tendencia como las food trucks o gastronetas… Para estar a la altura, su sitio web debía transmitir esta dualidad, hablar “castellano antiguo” con lenguaje de hoy. Lo logramos implementando un diseño personal, moderno y funcional, con una estructura técnica que atendía a los requerimientos del posicionamiento natural SEO, y cómo no, con jugosos contenidos.
Blog y recetas: el plato fuerte
Con un producto así, la gestión de contenidos online ofrecía una doble oportunidad: potenciar el tráfico en la red con la incorporación periódica de nuevas recetas y entradas en el blog, y demostrar la versatilidad de la carne de cordero y cabrito en las cocinas. Así, incluimos apetitosas propuestas con valores nutricionales adaptados a los gustos de hoy, y respaldadas por sugerentes fotos que invitan a morder la pantalla. E interesantes contenidos que demuestran que comer cordero es comer con mayúsculas.
Conclusión
A menudo oímos a grandes chefs decir que, cuando un producto es excepcional, el cocinero debe “dejarlo hablar”. Inspirados por esa idea, trabajamos en un sitio web que permite expresarse a la marca con toda su personalidad y toda su magia. Le proporcionamos el mejor altavoz, una web acorde con su estilo, bien estructurada y técnicamente adaptada a sus necesidades, con contenidos que ayudarán a propagar su palabra. Porque un alimento así es algo que el mundo no debe perderse, ¿no crees?
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