Desde hace algún tiempo se habla de la importancia de la “Economía Circular”, que forma parte de la estrategia Europa 2020 con el respaldo del Parlamento Europeo.
La semana pasada recibimos la visita en Madrid de Barack Obama en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular para aumentar la conciencia y las iniciativas en torno a este asunto.
¿Pero… en qué consiste realmente? ¿Cómo afecta el modelo de negocio las actuales y futuras pymes que conforman la industria alimentaria y de las grandes empresas? ¿Cómo integrarlo en la agenda?
Te lo explicamos de manera muy fácil.
Agrega el prefijo “re” en todos los procesos o fases de la cadena productiva, como se ve en esta imagen de economiacircular.org:
La FEC (Fundación Economía Circular) la define así: “La Economía Circular es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía,…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Se trata de implementar una nueva economía, circular -no lineal-, basada en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía”
En otras palabras, implica re-plantearse todos flujos productivos para conseguir re-ducir el impacto negativo que deja nuestra huella en el planeta y amenaza su viabilidad futura.
Food marketers, CEO’s, emprendedores, startups, instituciones, profesionales de cualquier disciplina pueden sumarse a esta nueva ola, que no es una moda, y de la que dependerá la supervivencia de muchos negocios.
¿Cómo empezar?
- Actuando diferente. Abriendo espacios a la colaboración con otras empresas con las que pueda conseguir un mayor aprovechamiento de los recursos, por ejemplo: convertir desechos en nuevas materias primas, apoyar el fair trade, el ecodiseño, entre otros.
- Pensando diferente. Hacer propia la filosofía y los valores del concepto, no desde un punto de vista utópico, sino una realidad que pasa por la búsqueda de soluciones innovadoras. Todo va muy rápido y hay que acelerar el cambio. Trabajando en equipo. Sumando esfuerzos y nuevos talentos.
Una de las voces de este concepto a nivel global es Ellen Macarthur. En su Fundación promueve case stories como Agriprotein “Saving our seas, one factory at a time” y proyectos que se están llevando a cabo en distintas partes del mundo, lo que demuestra su transcendencia.
Un ejemplo de Food Marketing Circular, con un enfoque divertido, es la marca Snact bajo el claim Delicious Protest. Lanzaron en el 2015 una campaña de crowdfunding y ya están en Amazon, Planet Organic y muchos más puntos de venta.
Está claro. Hay muchooooooo por hacer pero el camino se hace andando, por eso nos sentimos orgullosos de trabajar en proyectos de Food Marketing Circular en los que la innovación colaborativa es la clave y el cambio de mentalidad ya no es el sueño de unos pocos.
¿Y tú, eres lineal o ya eres circular?
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