La alimentación se ha representado en innumerables ocasiones en las distintas disciplinas del arte: pintura, escultura, arquitectura, fotografía, cine, ilustraciones…
Podemos incluso contar la historia de la humanidad a través de la comida y el arte, ya que su nexo de unión es muy fuerte.
Ya los romanos en sus mosaicos representaban restos de comida porque era la forma que tenían de decir que, lo que se caía al suelo era para el mundo de los muertos.
Todos o casi todos, nos acordamos de las representaciones en el medievo de la Última Cena, con multitud de comida en la mesa. O nos hemos deleitado con las famosas pinturas del pintor italiano Arcimboldo dónde representaba rostros humanos a partir de frutas, verduras y flores creando ilusiones ópticas. ¿Curioso verdad?
Retrato con verduras (izquierda) y el mismo cuadro girado 180°. Arcimboldo.
Más de una vez hemos mirado con detalle las conocidas “Naturalezas muertas” del Barroco con motivos florares y frutas tratadas con sumo cuidado desde una filosofía cristiana donde todo lo que nos rodea es obra de dios. Naturaleza muerta de Zurbarán.
O las pinturas costumbristas dónde fruteras y carniceros se convertía en los protagonistas de las obras. Así hasta darnos paso poco a poco a tendencias que hoy en día están vigentes, como la de platos preparados por artistas de la cocina futurista de Marinetti que abogaban por la cocina sensorial o por el uso de la química.
¡Hasta el propio Dalí usó la comida con tintes simbólicos en su conocida obra “Huevos fritos en un plato sin el plato”!. Dentro de la corriente surrealista, la comida, estuvo muy presente en la vida de este gran artista. Así, en muchas de sus obras, los alimentos (principalmente panes, huevos, leche, chuletas y pescados) servían como recursos simbólicos.
Con todas estas manifestaciones de arte y alimentación y con la aparición del collage, los artistas dejaron a un lado la representación e introdujeron directamente los objetos reales en sus obras, por lo que con los alimentos sucedió lo mismo, propiciando la aparición de un nuevo movimiento a mediados del siglo XX, llamado Eat Art.
Se dio como una nueva forma de expresión artística a partir del alimento. La comida se convertía en objeto de arte sensorial: vista +olfato + gusto. Esta nueva corriente con alta carga simbólica tenía como intención reivindicar el brusco cambio que el ritual de la comida había experimentado con el nacimiento de la sociedad de consumo.
Ya entrados en el SXXI nos encontramos con artistas que siguen ahondando el tema de la comida. Así nos topamos con algunos que hacen verdaderas obras de arte son chocolate, café, aceite y otro alimentos, para provocar sensaciones en el espectador que, es invitado a comerse autorretratos escultóricos de chocolate, y a su vez es tratado como consumidor.
Hoy en día los artistas no dejan de jugar con los alimentos, porque hacerlo con la comida es su forma de expresión. Así vemos obras compuestas por diversas frutas y verduras en patrones geométricos, para crear sorprendentes presentaciones visuales.
O estos juegos de palabras entre los dos objetos que el creador fusiona: la granada se convierte en una granada militar, las guindillas son la llama de un encendedor…
Hay un sinfín de experimentos con la comida porque tal y como dirían muchos, es una inagotable fuente de inspiración.
Carl Warner es famoso por sus foodscapes (paísajes hechos con comida) como el retrato que aparece al principio de este artículo y el paísaje de apio que mostramos a continuación. Para realizar estas fotografías, el artista británico recrea los paísajes en su estudio con comida real.
¡Hasta hemos visto a la famosa Gioconda hecha con hamburguesas!
En cualquier expresión artística al igual que en la cocina, es fundamental obtener un resultado agradable a los sentidos.
Tal y como hemos visto parece ser que el arte y la comida han ido evolucionando de la mano, de un lado el arte ha buscado nuevas fuentes de inspiración en contextos no artísticos. Y de otra parte vemos que se están aplicando al mundo de la cocina, alimentación o gastronomía términos como deconstrucción, base, capa, minimalismo, ¡hasta los nombre de los platos!, que son más propios de la pintura, fotografía o arquitectura.
¿Cómo no va a ver nexo de unión entre el arte y la alimentación si sabemos que para la elaboración de la pintura tradicionalmente se han utilizado ingredientes como leche, miel, huevos y aceites?
“El alimento y el arte comparten un mismo fin: nutrir
…el primero nutre al cuerpo, el segundo nutre al espíritu
Sin cuerpo no hay espíritu y sin espíritu no hay cuerpo”.
La cocina en sí misma ya es un arte, pero ser capaz de hacer esto es espectacular!