Ropa blanca, pañuelo y fajín rojo. No hay confusión posible, nos vamos a celebrar San Fermín, una de las fiestas más conocidas mundialmente. Y como en toda buena fiesta, hay que reparar fuerzas en algún momento, por lo que vamos a preparar una receta que no se la salta ni uno de los veteranos que corren los famosos encierros: rabo de toro guisado al vino tinto.
Las fiestas de San Fermín, además de tener a los toros y los encierros como protagonistas, también son la excusa perfecta para darte un buen homenaje gastronómico. El estofado de toro, la txistorra, el ajoarriero, magras con tomate o los espárragos son ingredientes y platos de la cocina navarra de los que puedes disfrutar durante estas celebraciones, por no hablar de los pintxos y los buenos vinos navarros. ¡Todo un festín para los estómagos agradecidos!
En el caso de que no puedas viajar a Pamplona para degustar estas delicatesen y vivir el Txupinazo, los encierros y cantar “El pobre de mi”, no te deprimas. Si preparas esta receta de rabo de toro guisado al vino tinto, te prometemos que te vas a emocionar tanto como si lo estuvieras comiendo allí.
El plato se prepara con ingredientes muy sencillos y es fácil de elaborar. Lo más complicado es conseguir que el rabo de toro tenga ese punto gelatinoso que tanto gusta en esta receta. Para ello te aconsejamos cocerlo durante dos o tres horas a fuego suave. Si optas por la olla exprés, tardará menos, pero no te quedará esa textura. ¡Así que un poquito de paciencia!
Por último, te contamos un secretillo: si preparas la receta el día anterior y dejas reposar el guiso, el sabor se potenciará y será aún mas delicioso si lo comes al día siguiente. Mientras, puedes descargarte nuestro salvapantallas aquí e ir soñando con el momento de hincarle el diente a esta receta de rabo de toro guisado al vino tinto.
Receta de rabo de toro guisado al vino tinto
Ingredientes
1 rabo de toro cortado, 1 cebolla, 1 puerro, 1 zanahoria, 1 cabeza de ajos, 5 chalotas, 1 ramita de romero, 1 ramita de tomillo, 5 clavos, 1 cucharada de pimienta negra en grano, pimienta negra molida, 200 ml de brandy de Jerez, 1 botella de vino tinto, 1 nuez de mantequilla, puré de patata (para acompañar), aceite de oliva y sal.
Elaboración
Limpiar el rabo de exceso de grasa. A continuación, dorar en aceite de oliva con sal y pimienta. Reservar. Aparte, limpiar las verduras, lavar y trocear; poner a sofreír en el mismo aceite del rabo de toro (si tiene residuos, cambiamos el aceite), y dejar hasta que se doren. Añadir el rabo, la pimienta, los clavos y las hierbas. Sofreír todo junto y echar el brandy, flambear y añadir el vino tinto.
Dejar hervir tapado a fuego lento hasta que el rabo esté tierno y la carne se separe del hueso. Retirar el rabo, colar el jugo y dejar reducir hasta que tenga el espesor deseado, ligar con una nuez de mantequilla y rectificar de sal.
Introducir el rabo de toro de nuevo en la salsa y calentar glaseándolo al mismo tiempo.
Servir con guarnición de puré de patatas.
5 Razones por las que preparar esta receta
- Cocinar a fuego lento. Date el gustazo de tener la olla a fuego lento durante unas horas, llenar de aromas tu cocina (y el resto de la casa) y pasar por un día de la comida precocinada o las recetas frías.
- Deliciosa textura. El rabo de toro es una carne muy melosa gracias al colágeno que contiene y que al cocinarla se gelatiniza dándole esa textura que nos encanta.
- Perfecta para invitados. Avisa a tus amigos que vas a servir esta receta y les verás correr por el pasillo de tu casa hacia el comedor, como si se tratara de la calle Estafeta.
- Cocina de aprovechamiento. Al ser el rabo de toro una carne muy melosa y que se desmiga fácilmente, puedes aprovechar las sobras para hacer unas estupendas croquetas.
- Celebra San Fermín. No estamos diciendo que sueltes algún becerro por tu comunidad de vecinos, pero siempre te puedes vestir de blanco y rojo, preparar unos pintxos de entrante, nuestra receta de plato principal y finalizar cantando “El pobre de mi” :G
El rabo esta mas jugoso e intenso si lo dejamos macerando en vino tinto una noche .
El vino sobrante lo dejamos para añadir cuando se guisa.